martes, 22 de marzo de 2011

La Republica

Antonio José de Sucre (Presidente de Bolivia)
Desde su emancipación, Bolivia se sumergió en un estado crónico de revoluciones y guerras civiles. Los primeros 50 años de la República se caracterizaron por la inestabilidad política y por constantes amenazas externas que ponían en riesgo su independencia, soberanía e integridad territorial. Simón Bolívar deja al poco tiempo la presidencia (1826) tras nombrar al general Antonio José de Sucre presidente de la República. En 1825, el Imperio del Brasil invadió el oriente del país, ocupando la provincia de Chiquitos. En ese entonces, el Mariscal Sucre envió un ultimatum, amenazando con enviar al ejército libertador a expulsar a los invasores. La provincia fue evacuada por los brasileños, quien como segundo mandatario gobernó hasta 1828, año en que una serie de revueltas le hicieron renunciar al mando presidencial.

Posteriormente, se produce la invasión de tropas peruanas de 1828, lideradas por Agustín Gamarra y cuyo objetivo principal era forzar la salida de las tropas de la Gran Colombia. El conflicto concluyó con el Tratado de Piquiza y la retirada peruana de suelo boliviano tras lograr la renuncia del presidente Sucre y la instauración de un gobierno sin influencia bolivariana.

Después de unos meses de inestabilidad política, en 1829, fue nombrado presidente por la Asamblea Nacional el Mariscal Mariscal de Zepita, Andrés de Santa Cruz, convirtiéndose en la figura central del período independiente al constituirse en principal forjador y organizador del Estado boliviano, además de ordenador e instructor en tácticas napoleónicas del Ejército Boliviano. La efectividad del reformado ejército quedó en evidencia cuando el Presidente Orbegoso del Perú solicita ayuda a Santa Cruz para recuperar el poder político y territorial de su país. Las tropas bolivianas derrotan al sublevado Felipe Salaverry y Orbegoso, a cambio de la ayuda militar, accede a formar la Confederación Perú-Boliviana que se inicia en 1837 con el Mariscal Santa Cruz como su Protector y conformado por los estados Nor Peruano, Sur Peruano y Bolivia.

Bolivia vivió su época de mayor esplendor durante la presidencia del Mariscal Andrés de Santa Cruz. Este periodo se caracterizó por un gran desarrollo económico y avance político y social, el mayor de la historia boliviana. Sin embargo, la Confederación Perú-Boliviana no logra consolidarse debido a que Chile, la Confederación Argentina y peruanos contrarios a Santa Cruz se oponen a su conformación. Entre 1837 y 1839, se suscita la Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana. En la primera fase de la guerra, la Confederación sale victoriosa produciéndose el Tratado de Paucarpata que establece el retiro de las tropas de Chile. En la segunda fase, el Ejército Unido Restaurador compuesto por chilenos y peruanos contrarios a Santa Cruz, obtienen una decisiva victoria en la Batalla de Yungayse produjo la Batalla de Yungay que define la disolución de la Confederación Perú-Boliviana en 1839 y el derrocamiento de Santa Cruz.
Presidente Peruano Agustín Gamarra

Las fuerzas del gobernador de Buenos Aires Juan Manuel de Rosas también intervinieron contra la Confederación por ser refugio de sus opositores políticos, los unitarios. Bolivia con el general alemán Otto Philipp Braun como comandante, concentró sus tropas en Tupiza y a fines de agosto de 1837 ingresó en la Provincia de Jujuy. Los soldados confederados tuvieron varias victorias, llegando a ocupar sectores fronterizos de las provincias de Jujuy y Salta y tras una serie de contraataques argentinos, estos invaden territorio boliviano. Los argentinos fueron derrotados en la Batalla de Montenegro. El 22 de agosto de 1838, las tropas argentinas se retiran y tras los sucesos de Yungay, se pone fin a la guerra.

Tras la desaparición de la Confederación Perú-Boliviana, Bolivia vivió un período de anarquía y enfrentamientos políticos entre partidarios y contrarios de la unión con el Perú. El Presidente peruano Agustín Gamarra, ideólogo de la anexión de Bolivia al Perú, aprovechándose de la situación decidió invadir territorio boliviano llegando a ocupar varias zonas del Departamento de La Paz. Ante esta circunstancia, los bolivianos deciden unirse ante un enemigo común y se dejan los poderes del Estado a José Ballivián. El 18 de noviembre de 1841 acaeció la Batalla de Ingavi, en la que el Ejército Boliviano derrota a las tropas peruanas de Gamarra (muerto en la batalla). Tras la victoria, se firma el Tratado de Puno. La Presidencia de Ballivián logra consolidar la independencia y soberanía de Bolivia. Ballivián gobernó hasta el 23 de diciembre de 1847.
Batalla de Ingavi

Manuel Isidoro Belzu 
Nuevas revueltas promovidas en parte por Velasco, que ocupó por cuarta vez el poder; contribuyeron a sucederle una serie de gobiernos militares: el más importante de ellos es quizá el gobierno populista de Manuel Isidoro Belzu entre los años 1848 y 1855. 
En septiembre de 1857 una revolución otorga el mando presidencial a un civil, José María Linares Lizarazu; en cuyo gobierno se redujo el poder del ejército para que no incubase nuevas revoluciones. Además innovó en la organización judicial y administrativa: en el año 1859 se publicó el primer mapa de Bolivia, trazado por el Sr. Lucio Camacho con base en datos aportados por los generales Mariano Mejía y Juan Ondarza. Derrocado por un golpe de Estado en 1861, le sucedió José María de Achá, uno de los miembros del triunvirato que encabezo la conjura. 

Mariano Melgarejo
Dictó la Ley de Imprenta, implantó el servicio de correos con el uso de estampillas, fundó la población de Rurrenabaque y mediante un nuevo golpe militar en el año 1864 tomó el poder Mariano Melgarejo, cuyo gobierno tuvo negativas consecuencias para el país. Disposiciones arbitrarias e irrazonables determinaron inconvenientes acuerdos con Brasil y Chile, que hicieron perder a Bolivia grandes extensiones de su territorio.
Economía

Bolivia iniciaba su vida independiente con una región arrasada por la guerra y en depresión económica, situación que se acompañaba por un sector minero descapitalizado y una economía basada en la subsistencia.
Es entonces que con la finalidad de reorganizar y volver a desarrollar la economía, se decidió nacionalizar todas las minas abandonadas e invitar a capitalistas extranjeros para que volvieran a poner en explotación las minas. Esta iniciativa se vio truncada por los altos costes, que resultaban prohibitivos. Entre los costes más altos destacaba el de la mano de obra, originado por la abolición de la mita, que obligaba a pagar salarios altos para atraer a los trabajadores de la agricultura.
Finalmente, ante la necesidad de contar con recursos, se decidió confiscar a favor del nuevo estado el patrimonio eclesiástico.Este patrimonio se otorgó en arrendamiento y los ingresos generados fueron destinados a la creación de servicios sociales y centros educativos en los centros urbanos de Bolivia.

De esta manera la creación del estado independiente de Bolivia surgió sobre una economía bastante delicada ocasionada por los muchos años de guerra, partiendo la nueva república en un contexto económico desastroso, nada favorable para ese nuevo camino independiente y de libertades.
En un periodo posterior, que abarca desde 1841 a 1880, la nueva República de Bolivia se caracteriza por la crisis del estado ante la falta de recursos gubernamentales y de inversiones, materializandose en un estancamiento económico.
Durante los primeros años de este periodo, el nivel educativo de la sociedad era extraordinariamente bajo y parecía implicar que en el futuro no se podían esperar grandes cambios; el sector minero contaba con innumerables minas abandonadas y el resto de la industria nacional satisfacía únicamente las necesidades de su población. Así, al igual que en el comienzo de su vida republicana, Bolivia seguía siendo una sociedad predominantemente rural.

No obstante, a pesar de iniciarse con un sector minero en completo detrimento, se pudo lograr con la iniciativa de inversionistas bolivianos como Aniceto Arce y Aramayo, una mejora sustancial allá por 1870, periodo durante el cual empezó a hacerse presente el capital extranjero en cantidades importantes, pudiendo decirse que la industria minera de la plata de Bolivia había alcanzado unos niveles internacionales de capitalización, desarrollo tecnológico y eficiencia considerables.
El pujante crecimiento de la industria minera, así como el descubrimiento de yacimientos importantes de plata en la región de Caracoles, como los grandes yacimientos de guano y salitre en la región de Mejillones, llamaron la atención a los vecinos de Bolivia. Esto ocasionó que gobiernos e inversionistas extranjeros muestren su interés en los mismos y que Bolivia ante la necesidad de recursos económicos otorgue concesiones a favor de ellos con la finalidad de beneficiar al país.

Pero tal situación no llegó a suceder, ya que en 1878 el gobierno boliviano introdujo un impuesto al salitre, ganándose el desagrado de los concesionarios que se negaron a pagarlo por considerarlo "injusto" e "ilegal", argumento que tenía apoyo de los chilenos. Tal situación obligó al gobierno boliviano a confiscar el patrimonio de dichas concesiones, originando a su vez que el vecino país de Chile que había acogido en su territorio a los propietarios, llevaran a la práctica su plan larga y cuidadosamente preparado.
Es así que en febrero de 1879, las tropas chilenas con la excusa de proteger a los residentes chilenos en la zona de Antofagasta, iniciaron una decidida invasión al territorio boliviano, dando origen a la Guerra del Pacífico.
Fuente: wikipedia.com
Mapa de Perú y Bolivia
Año 1855

Mapa de la Repca. de Bolivia
Año 1859

1 comentario:

  1. Muy bonito blog, me gustaron mucho que hayan puesto la foto de Agustín Gamarra y su gloriosa muerte. Gracias.
    Les sugeriría cambiar pues la primera foto corresponde a Andrés de Santa Cruz y no Sucre. Saludos de Perú.

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