La Pulga no le encuentra la vuelta al Seleccionado: ante Colombia, por la Copa América, volvió a tener un pobre rendimiento.
Lionel Messi agregó una actuación decepcionante a su historia con la camiseta del seleccionado y no demostró, ni lejanamente, las cualidades que hacen que se lo considere en forma unánime el mejor jugador del mundo. Sin lograr resolver la marcación en zona que propuso el técnico colombiano Hernán Darío Gómez, a la que se sumó por momentos el seguimiento de Carlos Sánchez, el "Pulga" se pareció a un jugador ordinario y desorientado.
Como única justificación debe admitirse que no fue asistido con precisión y que el equipo en general careció de juego asociado, pero al momento de tener la pelota en los pies cometió errores que no se corresponden con su categoría. En el inicio, Messi se ubicó como centrodelantero retrasado, pero quedó encerrado en un corralito conformado por los zagueros centrales Mario Yepes y Luis Perea, y Sánchez, el volante defensivo
que reemplazó a Gustavo Bolívar para aportar equilibrio.
Pese a la considerable estatura de sus custodios, el "10" no logró hacer pesar su habilidad por abajo en las escasas ocasiones en las que recibió la pelota. Fue así que debió retrasarse en más de una oportunidad, con dispar fortuna: a los 4` perdió una pelota en el medio, permitiendo una larga corrida de Freddy Guarín que derivó en un córner. Instantes después recibió el balón a tres metros del área, un sitio que en Barcelona lo tiene como actor casi infalible, pero un enjambre de piernas colombianas le tapó el disparo.
Promediando la etapa arrancó entre tres rivales en el círculo central, motivando la falta de Sánchez, y en una jugada posterior combinó con Carlos Tevez pero la jugada se frustró en el centro del "Apache". Por si hacía falta confirmar que no era su noche, a los 24 no logró parar el balón, y a los 31 se enredó solo cuando encaraba por izquierda y volvió a perder. La única perla de su repertorio fue un preciso pase desde 30 metros para dejar solo a Ezequiel Lavezzi, pero el arquero "Neco" Martínez tapó el remate.
No hubo mucho más en el primer tiempo: apenas un pase de taco que no llegó al destino deseado (Lavezzi) y un arranque por el medio con habilitación a Tévez que tampoco prosperó. En el complemento, al minuto de juego Sánchez le robó la pelota, casi como un presagio de lo que iba a ocurrir de ahí en más. Sin encontrar un nivel al menos aceptable, Messi comenzó a retrasarse con la intención de asumir un protagonismo que no
consiguió. Un tiro libre desde inmejorable posición que tiró seis metros por encima del travesaño y un puñado de tiros de esquina que murieron en las manos del arquero Martínez completaron el panorama: Messi no aportó magia ni con una pelota detenida.
Fuente: tn.com.ar
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